Me he
equivocado mucho y no puedo culpar a nadie aunque debería, igual eso no hará la
diferencia, estoy en un simulacro constante, ensayo error ¿quién soy?
Mi pasado aun
me cuesta, mi origen me duele, vine con una cicatriz en el corazón, no era mía,
era de mi abuela y luego de mi mamá. Ahora es mía aunque no la quiera, me la
concedieron así.
Traspasaron mi
cuerpo, me llenaron de heridas, me golpearon el alma a lo largo de 6 años y
solo el lápiz y el papel me salvaron, no había Dios para mí, en mi mudo dolor
era imposible que lo hubiera.
Me ahogaron el
grito una y otra vez, la rutina de la monstruosidad robó mi cuerpo,
me volvió un objeto, una piedra, una cueva, una piltrafa, inhumana, incorpórea,
silenciosa, muda y ciega, sin amor.
Lo he aceptado
pero no lo quiero, he llorado rosa, he llorado espinas, he llorado tiempos, he
llorado esquinas, me he marcado el cuerpo, me he cortado la vida, he saboteado
mis sueños, no hay para mí medicina.
La máscara
queda bien para que nadie se sienta mal, somos la familia de los monstruos
felices así otros se quiten la vida, mentira, patrañas, malditas e infundadas
mañas.
Que violar no
es matar, pero igual corta y sangra.
