Hay gente que se aferra tanto a creer que solo
aprendemos a los golpes, que convierte esa teoría en ley, en cierta época
de la vida, como por ejemplo la adolescencia equivocarse es hasta motivo de risa,
pero con el tiempo los años le van añadiendo a los errores un peso y una
trascendencia que debería ser un delito hacer las cosas mal.
A veces nos tropezamos una y otra vez con la misma piedra, hasta
el punto que terminamos haciéndola parte de nuestra cotidianidad y hasta
queriéndola, esa piedra puede traducirse en una persona, en un defecto o en una
omisión, si vamos por la vida ignorando que es hoy y ahora que debo superar los
obstáculos y no ir acumulando derrotas hasta llegar al punto de sentirnos
fracasados aprenderemos que no es un ensayo esto de vivir, que por mucho que
queramos lo que no es, puede que nunca sea, que lo que yo dejo entrar y
continuar en mi vida en algún momento repercutirá sobre todo mi universo, que
debería ser sometido a un estricto control de selección eso que dejo hacer
parte de mi.
Día 125: Me equivoqué contigo.
Es solo cuestión de actitud, no tener nada y tenerlo todo...
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Para mi es importante saber que piensas de lo que escribo.