Una vez
es suficiente para decir adiós, no hace falta volver una rutina irse, donde no
hay sentido, donde ya no hay sonrisas sino rencores y espejismo, ya basta de la
farsa a la que nos acostumbramos a vivir mientras nos saludamos, cerrar la
puerta y abrir otra siempre será una necesidad si de sobrevivir se trata, al
final ya sé que más que empaparme el alma estoy perdiendo el rumbo de mis días
si te mantengo en ella, sin amarte y sin querer sacarte definitivamente de mis
afectos, y sin más ,voy desvaneciendo mi voz de tus noches, voy ausentando mis
locuras de tu rutina y voy echando a la pena aquellas sonrisas que me traen
recuerdos de días enteros en los que creí que hacerte feliz era cuestión de
tiempo y no de sacrificios, momentos en los que olvide que yo también importaba
y se me hizo inevitable el silencio, hoy te veo de lejos y rodeado de mentiras
y fantasías que dibujas para ocultar la soledad que cada noche te acompaña
mientras ya no estoy.
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Para mi es importante saber que piensas de lo que escribo.