Suéltate

junio 30, 2016



Pienso que el amor es tan natural en el ser humano que es algo innato y no aprendido, a uno le nace amar a las personas, luego cuando crecemos elegimos amar a personas diferentes a nuestro círculo familiar íntimo, personalmente no estoy de acuerdo con aquellos que generalizan el concepto del amor pretendiendo tener una razón única y universal acerca de cómo es y cómo se debe sentir el amor. Comparto la idea de que las personas tenemos lenguajes de amor muy diferentes los unos de los otros y por si fuera poco también la diferencia de género, cultura, clase social, raza y demás contrastes hacen que cada uno tenga una manera diferente de vivir y sentir el amor.
Personalmente no creo que nadie cure a nadie de un desamor, uno se cura solo, entendiendo que es algo cíclico y que es natural que el amor fluya y siga su curso, depender del amor de alguien para amarse a uno mismo es la manera más peligrosa de vivir el amor, lo digo con conocimiento de causa, es algo desgastante e infructuoso, porque finalmente el amor es una decisión y eso aunque cueste creerlo es la cura para todos los corazones rotos del mundo, aceptar la sensatez que el sentimiento tiene y dejar de atribuirle causas cósmicas inexistentes de almas gemelas y otras teorías extrañas que son las que nos han tenido jodidamente esclavos de nuestros propios sentimientos.
En el mundo hoy en día hay miles de personas sufriendo porque alguien decidió ya no amarlo y entonces no se sienten capacitados para vivir solos ese duelo tan natural que tiene el ciclo de la vida cuando algo termina, entonces aparecen las llamadas “Relaciones paracaídas” aquellas que se buscan para no estar solos mientras vamos cayendo en picada, una trampa que resulta peor que la enfermedad porque a mitad del camino te das cuenta de que lo único que hiciste fue enredarte la vida intentando enamorarte de alguien por el simple hecho de que no te dejó solo, porque estuvo en los momentos difíciles, algo así como un compromiso nacido de las circunstancias y que obviamente fue llegando al corazón, bien dice la Biblia que hay que cuidar el corazón porque de él mana la vida, no hay inteligencia, titulo, género que resista  estoicamente un corazón roto.  Este tipo de acciones no conllevan a un buen fin,  suplir vacíos intentando “amar” a otra persona en vez de aceptar  el hecho de que el amor nace desde el amor propio y que no depende del que otro sienta por uno o no, vuelvo y repito es la verdadera cura de los corazones rotos.
No nos echemos mentiras sin alguien quiere estar con uno hace todo lo posible por estarlo, sin buscar excusas baratas y justificaciones absurdas, por otro lado cuando alguien no quiere estar con uno no lo estará seas quien seas, te veas como te veas, aunque intentes convertirte en alguien a su medida, no se trata de ti sino del derecho de la otra persona a escoger  a quien tiene en su vida o no.
El miedo a la soledad es peor que la soledad misma, sobretodo porque en algún momento vas a tener que afrontar la realidad y mientras más se posponga más dolor se siente, el hecho es que ya se terminó y punto, no depende de quién seas o quien debiste ser, ninguna persona tiene poder sobre ti a menos que tú se lo des, lo único que estás haciendo es mintiéndote a ti mismo. Ten el valor de seguir adelante y cerrar ese capítulo de tu vida, aunque parezca que no vas a poder y que el dolor te va a partir a la mitad, es mas doloroso el miedo aceptar la realidad que el dolor en sí. 

Es solo cuestión de actitud, no tener nada, y tenerlo todo.

  • Share:

You Might Also Like

0 comentarios

Para mi es importante saber que piensas de lo que escribo.