Tuve que
llegar a esta edad (Y no es que sea tan vieja, pero tampoco soy una
adolescente) para valorar y hasta apreciar el hecho de ser hija de padres
divorciados que no puedo negar marcó mi vida por mucho tiempo, hasta que decidí
que el hecho de que alguien esté o no conmigo no define quien soy ni lo que
valgo, mis padres tomaron una decisión y estaban en todo su derecho. Uso la
palabra decidí porque una verdad dura y que evitamos aceptar es que decidimos
como sentirnos con respecto a las situaciones que llegan a nuestra vida.
El 2014
podría ser el peor año que he vivido hasta el día de hoy, perdí a mi Tío y
mejor amigo el 1 de enero de ese año y no tuve control de mis emociones por
todo ese año, el caos que rodeo mi vida
se convirtió en el orden natural de mis días, hasta que el cáncer de colon de
mi abuelo y la trágica muerte de mi sobrino me obligaron a tomar un descanso de
tanto drama y de tantas personas toxicas que rodeaban mi vida en ese momento,
me acostumbre al dolor de cada día y eso terminó siendo más dañino que lo que
en verdad estaba pasando, así que simplemente dije no más y me fui de viaje,
cambié de ambiente, de personas, de lugares, de comida, de ropa, de trabajo, de
horarios, empecé a estudiar, retome mis cuadernos de viaje y compre 84 libros ,todo
bajo el precepto de “No tengo que temer lo peor ya paso”
Ahora 29
meses después sé que fue lo mejor que pude haber hecho, prueba superada
señores, no sé si es terquedad pero estoy dispuesta a volver a entregar el
corazón y amar sin miedo a nada, la muerte me enseñó a vivir con precaución
pero a no dejar de vivir, fueron muchas las noches y los días de no encontrarme
ni frente al espejo, meses de reproches, de juicios y de letanías absurdas de
mis culpas y mis omisiones, todo para darme cuenta de que no era tan malo como
parecía si al final iba a terminar siendo una mejor versión de mi misma, no
mejor que nadie, ni para nadie, solamente mejor que antes de todo esto, no
estoy dispuesta a negociar mi felicidad ni los merecimientos a los cuales sé
que estoy expuesta y dispuesta a vivir.
Tenerle
miedo al cambio es el principal obstáculo para poder crecer, cuando no eres capaz de dejar atrás
lo que ya no te sirve te condenas a ti mismo a no avanzar. Y puede que esas
raíces que te atan en un lugar en vez de alimentar tus sueños estén secándote por
dentro y al final no valga la pena esperar y no avanzar.
Buen viaje
Compañeros, gracias por leerme.
0 comentarios
Para mi es importante saber que piensas de lo que escribo.