Aprendiendo

junio 03, 2016

Tuve que llegar a esta edad (Y no es que sea tan vieja, pero tampoco soy una adolescente) para valorar y hasta apreciar el hecho de ser hija de padres divorciados que no puedo negar marcó mi vida por mucho tiempo, hasta que decidí que el hecho de que alguien esté o no conmigo no define quien soy ni lo que valgo, mis padres tomaron una decisión y estaban en todo su derecho. Uso la palabra decidí porque una verdad dura y que evitamos aceptar es que decidimos como sentirnos con respecto a las situaciones que llegan a nuestra vida.

El 2014 podría ser el peor año que he vivido hasta el día de hoy, perdí a mi Tío y mejor amigo el 1 de enero de ese año y no tuve control de mis emociones por todo ese año,  el caos que rodeo mi vida se convirtió en el orden natural de mis días, hasta que el cáncer de colon de mi abuelo y la trágica muerte de mi sobrino me obligaron a tomar un descanso de tanto drama y de tantas personas toxicas que rodeaban mi vida en ese momento, me acostumbre al dolor de cada día y eso terminó siendo más dañino que lo que en verdad estaba pasando, así que simplemente dije no más y me fui de viaje, cambié de ambiente, de personas, de lugares, de comida, de ropa, de trabajo, de horarios, empecé a estudiar, retome mis cuadernos de viaje y compre 84 libros ,todo bajo el precepto de “No tengo que temer lo peor ya paso”  


Ahora 29 meses después sé que fue lo mejor que pude haber hecho, prueba superada señores, no sé si es terquedad pero estoy dispuesta a volver a entregar el corazón y amar sin miedo a nada, la muerte me enseñó a vivir con precaución pero a no dejar de vivir, fueron muchas las noches y los días de no encontrarme ni frente al espejo, meses de reproches, de juicios y de letanías absurdas de mis culpas y mis omisiones, todo para darme cuenta de que no era tan malo como parecía si al final iba a terminar siendo una mejor versión de mi misma, no mejor que nadie, ni para nadie, solamente mejor que antes de todo esto, no estoy dispuesta a negociar mi felicidad ni los merecimientos a los cuales sé que estoy expuesta y dispuesta a vivir.
Tenerle miedo al cambio es el principal obstáculo para poder  crecer, cuando no eres capaz de dejar atrás lo que ya no te sirve te condenas a ti mismo a no avanzar. Y puede que esas raíces que te atan en un lugar en vez de alimentar tus sueños estén secándote por dentro y al final no valga la pena esperar y no avanzar.

Buen viaje Compañeros, gracias por leerme.

Es solo cuestión de actitud, no tener nada, y tenerlo todo.

  • Share:

You Might Also Like

0 comentarios

Para mi es importante saber que piensas de lo que escribo.