Como me enseñaron a amar.

marzo 19, 2017

A lo largo del tiempo me he dado cuenta de lo afortunada que he sido por tener a mi alrededor personas con las que la vida es mucho mejor, sin embargo también pasaron por mi vida algunas a las que nunca les dije cuanto valían y su importancia en mi vida, poco a poco he tratado de ser un poco más amorosa y sensible a las necesidades de los demás, pero batallar con la estructura mental que moldea en nosotros la crianza es una tarea eterna y muy dura, la forma como nos criaron determina en todos los sentidos lo que seremos, como querremos, como amaremos, como viviremos y como dejaremos de vivir. Una persona que crece en un hogar funcional con personas amorosas y dedicadas a su niñez por lo general suelen ser seguras y definidas en sus sentimientos, otras aunque crezcan en hogares funcionales si no hay un modelo afectivo seguro, tarde o temprano termina repitiendo los patrones de su crianza.
En mi caso fueron mis abuelos paternos quienes se encargaron de mi crianza, nunca me maltrataron de ninguna manera, son personas totalmente reservadas con sus sentimientos y emociones, afortunadamente no me considero una persona sensible o sentimentalista gracias a ello (creo yo). Pero cuando salí de mi casa se me hizo difícil por ejemplo, compartir el piso con una chica menor que yo que era sentimientos a flor de piel, me sentía ante un mundo desconocido, a mí me habían enseñado a llevar siempre la procesión por dentro, incluso con mis parejas pasadas, fue muy complicado expresar mis sentimientos cara a cara, complicado es que nunca dije “Te amo” en vivo y directo, y la única vez que lo he hecho que no fue a ninguno de mis ex, se me puso la cara como un tomate y quise morir en el lugar.

Esto puede parecer la cosa más ilógica de la vida, pero es totalmente cierta, puedo escribir las cosas más hermosas hacía alguien, pero decirle a alguien que lo quiero o que es importante para mí es algo que me da mucha vergüenza si la tengo al frente, simplemente no me enseñaron a decirlo, mi abuela siempre me enseñó que cuando uno quiere a alguien hace que su vida sea más feliz, así que ahí me ven cocinando, haciendo canciones, escribiendo poemas, ayudando en la mudanza, acompañando a una cita médica, etc.  Pero decirlo con mi boca hasta por teléfono es algo que no hago, no me siento cómoda. Pero le he trabajado tanto a esta parte que muchas veces me cuesta creer que este ser tan amoroso externamente, sea yo. Hay gente que vale todo los esfuerzos y aunque tal vez no sea lo mas normal para mi abrazar o estar pegada de alguien cada vez me fluye mucho mejor el hacerlo.
Aunque a veces (casi siempre) suelo ser muy cruel al dar mi opinión con respecto a la forma como otras personas demuestran su forma de amar, trato de entender o al menos respetar su derecho a ser como son, me parece algo insólito que alguien considere a otro el centro de su vida,(Lo respeto pero no lo comparto) pensar que la vida es capaz de detenerse solo porque alguien no está,  a mí me parece algo masoquista, aquí va algo cruel de porque pienso así: Extrañar a alguien o llorar por esa persona no va a ser que esa persona vuelva o la situación cambie, las cosas son como son.
Soy partidaria de aquel escrito de Internet que dice: 
Con el tiempo… comprobarás que con la misma severidad con que juzgas, también serás juzgado y hasta es posible que seas condenado.
Aprenderás que no importa en cuantos pedazos se partió tu corazón, puedes estar seguro de que el mundo no se detendrá para que lo arregles.
Aprenderás que el tiempo no es algo que pueda volver hacia atrás, por lo tanto, debes cultivar tu propio jardín y decorar tu alma, en vez de esperar que alguien te traiga flores.

El amor viene de uno y eso es algo que no cambia por la situación que vives, sin embargo también esas personas que tenemos al lado necesitan y merecen el amor que nos dan, hay que abrazarlos, besarlos, hacerlos felices de la manera como ellos nos hacen felices a nosotros; A pesar de que llevo 5 años viviendo en un lugar diferente cada año, he conocido personas que me han enseñado a salir del molde y de mi zona de confort, simplemente he reaprendido, algo que me cuesta mucho pero que está expandiendo mi corazón y mi vida, agradezco a cada uno de ellos su presencia en el momento que estuvieron y su ausencia que me permite extrañarlos, un sentimiento que también me resultaba extraño pero que ahora cada vez es mas constante, gracias a todos por su amor y su tolerancia a este ser extraño que los ama.
A mamá Flor y Papá Juan, gracias por amarme de su forma y permitirme amarlos de la mía, valoro mucho que me hayan enseñado a ser fuerte y a querer haciendo en vez de diciendo.
Mamá Flor & Papá Juan <3


¿Y a ti cómo te enseñaron a amar?

 Es solo cuestión de actitud, no tener nada, y tenerlo todo.

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